Río Bornova

Llegamos a Somolinos por la carretera CM 11. Justo a la entrada del pueblo hay un pequeño aparcamiento de don de sale el recorrido de la Laguna de Somolinos y al nacedero del Bornova.
Salimos por una pista paralela a la carretera, que en poco tiempo, a la altura de un antiguo edificio rehabilitado para el turismo nos devuelve a ésta, justo después de pasar la entrada de este complejo rural sale un sendero que nos lleva a la laguna. Bordeamos esta  por la izquierda y avanzando por esta senda tras una ligera pendiente llegaremos hasta un área recreativa, donde tenemos unas impresionantes vistas de los cortados en la ladera de la montaña. Continuamos  nuestro camino  y de nuevo llegamos a la carretera, en esta ocasión la cruzamos y caminando  unos metros hacia la derecha  vemos una pista  que sale hacia la izquierda que tomaremos.  A lo largo del camino iremos descubriendo formas muy curiosas en las paredes de roca, pasaremos por una fuente y al final de esta pista, donde encontramos otra zona  con mesas, a una hora aproximadamente desde el principio, se encuentra el Nacedero del Río Bornova. Es una impresionante  surgencia  de agua, aunque no está en estado natural, supongo que por la cercanía de la carretera.
 Continuaremos nuestra excursión por el cañón de río Bornova, siguiendo las señalizaciones hacia El Portillo, donde enseguida vuelve a aparecer el agua en el lecho del río, al poco tiempo  de andar  se abre el cañón y al fondo ya veremos una zona con unos chopos que es donde realmente nace el río Bornova. Tardaremos una hora y media desde el nacedero caminando tranquilamente.
No nos apetece mucho el ascenso al Portillo porque ya se ven asomar algunas torretas  y molinos de viento, sin embargo a la vuelta, que haremos por la carretera sin tomar el sendero de la laguna, tenemos tiempo de subir a un alto a ver las vistas y nos acercaremos a ver  una zona  en los cortados que parece la entrada a un cañón. El arroyo parece estar seco y no se puede entrar al cañón sin escalar pero  descubrimos un rincón muy bonito con una pradera verde donde espantamos a un pobre ciervo.